Cuento: El guapo Joaquín

Cuento: El guapo Joaquín



Colaboración de Beatriz Monteagudo de 21 años natural de Venezuela.

El guapo Joaquín



Había una vez un pájaro llamado Joaquín, el cual tenía hermosas plumas que brillaban como un arcoíris en su cresta, tenía ojos azules y un pico dorado como el oro. En fin, aquel era un pájaro muy guapo y él lo sabía, por eso siempre que pasaba frente a los otros pájaros sacudía su cresta brillante, caminaba con arrogancia o hacia un comentario hiriente y grosero que hacía a los otros sentirse mal.

A los demás pájaros les molestaba mucho esa actitud de Joaquín, y poco a poco comenzaron a dejar de hablarle y jugar con él. Algunos pájaros le advertían que si seguía siendo así iba a quedarse sin amigos, puesto que nadie quería ser amigo de un creído ni de un grosero, como lo era casi siempre Joaquín. Pero parecía que a Joaquín aquello no le importaba, y prefería mirarse en los tranquilos lagos y peinar sus plumas en las tardes de primavera, mientras las flores estaban abiertas al sol y el cielo azul y despejado. Y es que Joaquín disfrutaba mucho consigo mismo y creía que su compañía le bastaba…O eso pensaba hasta que llego el día de su cumpleaños.

Aquella mañana el sol estaba en lo alto del cielo y el día era muy hermoso: las plantas estaban verdes, las flores radiantes… y el guapo pájaro había peinado hacia atrás sus plumas de colores para tener un aspecto más refinado y elegante.  Ese día, desde muy temprano, había recolectado fruta fresca y había arreglado su casa del árbol para recibir la visita de sus amigos y ser halagado sin parar, pero Joaquín se quedó esperando hasta que anocheció y nadie llegó a su casa para celebrar su cumpleaños. Aquello le puso muy triste, tanto, que al día siguiente se le cayeron las plumas de su colorida cresta.

Y el guapo Joaquín, de la noche a la mañana, dejó de ser tan guapo. Apenado, se ocultó en su casa varios días hasta que tuvo que salir a por comida. Con una hoja amarrada al cuello y cubriendo su calva cresta, salió de su casa a por algo de comer mientras no dejaba de pensar en las burlas que recibiría de los demás pájaros ahora que ya no era guapo. «Me lo tengo merecido, -se decía una y otra vez Joaquín si hubiese sido un buen pájaro y no hubiese maltratado a mis amigos ahora no me vería tan mal y podrían ayudarme con mi ánimo.»

Joaquín voló hasta un árbol de deliciosa fruta y miró en todas las direcciones para asegurarse de que no había nadie conocido cerca, y cuando se convenció de que así era, comenzó a comer la fruta. Estuvo tan entretenido que no se fijó en que Cecilia, una vieja amiga suya, estaba en la misma rama del árbol mirándolo con curiosidad.

  • ¿Joaquín?- Preguntó Cecilia confundida.

Joaquín dio un salto por el susto y su hoja se cayó, mostrando con ello su calva cresta.  Luego, avergonzado intentó huir, pero Cecilia lo detuvo:

  • ¿Pero qué te sucedió? – La pregunta sorprendió a Joaquín, que esperaba que comenzara a burlarse de él en cualquier momento.
  • No lo sé, mi cresta ya no está- Dijo triste Joaquín- Ya no soy guapo.
  • Eso no importa Joaquín – Dijo con seguridad CeciliaLa belleza no es tan importante, como el contar con tus amigos para que te ayuden en los malos momentos.
  • Pero he sido muy malo con mis amigos, ya no tengo a nadie – Decía el pobre Joaquín.
  • Me tienes a mi Joaquín, soy tu amiga – Aseguró Cecilia rodeándolo con sus alas- Superaremos esto juntos.

Y fue entonces cuando Joaquín comprendió que un verdadero amigo está para apoyarte en los peores momentos, incluso cuando has sido malo con ellos, y por esa razón hay que valorarlos en las buenas y en las malas.

joaquin y su amiga


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4 Comentarios

  1. Ruth avila

    Buenos días este cuento lo venden impreso ( para regalar a mi nieto)

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    • Bosque de Fantasías

      Hola Ruth, no lo tenemos impreso, lo sentimos mucho. Un saludo!

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  2. Emit

    Me encanto

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  3. sofia

    Hermoso el cuento muy lindo

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