Fábula: Juanito…¡Ay Juanito!

Fábula: Juanito…¡Ay Juanito!


Fábula de Adara Díaz Rojas (Sant Pere Pescador, Gerona, España)



Adara, de 28 años, desea dedicar esta fantástica historia a su padre Juan, con un cariño especial por su cumpleaños el día 18 de Enero.

Juanito… ¡Ay Juanito!

Era viernes por la tarde y, como siempre, llegado el fin de semana, Juanito recibió sus 2 euros de paga. Su madre, al dárselos le dijo:

  • Cariño, no te gastes todo hoy que si no el resto del fin de semana no habrá más.

Juanito pareció entenderlo, pero el sábado por la tarde, al rato de haber salido a jugar con sus amigos, regresó a casa llorando:

  • ¿Qué ha pasado, hijo?
  • Mamá, que he perdido la cartera con los 2 euros que me diste ayer- dijo entre sollozos.
  • A ver, cálmate y me lo cuentas que no te entiendo.

Al rato Juanito ya se había calmado y le explicó a su madre que había ido a la tienda de la señora María con sus amigos a ver los cromos nuevos que había traído y al volver la cartera ya no estaba en el bolsillo.

  • ¿Me das otros 2 euros?- Preguntó Juanito.
  • Anda, primero vamos a volver a hacer el camino hasta la tienda de la señora María y vuelta, a ver si la vemos.

Así hicieron y, curiosamente, al pasar cerca de una papelera Juanito fue directo a ella y, sin mucho actuar, sacó la cartera que estaba vacía.

La madre de Juanito comenzó a sospechar que algo raro pasaba, había ido directamente hacia la papelera donde estaba la cartera, como si supiera desde el principio que estaba ahí.

Pero como sólo era una sospecha no dijo nada.

De nuevo en casa buscó entre la ropa sucia de su hijo y ¿a que no sabéis qué encontró? Dos paquetes de cromos de la nueva colección. Ahora ya no necesitaba más pruebas: Juanito se había gastado sus dos euros en cromos y había montado todo el teatro de la pérdida de la cartera para que le dieran dos euros más. « ¡Qué espabilado este niño! ¡Ahora se va a enterar!», pensó la madre.  Y escondió muy bien los paquetes de cromos. Pero, ¡ay! a la mañana siguiente cuando Juanito se despertó y no vio los cromos se puso tan nervioso…

  • ¿Qué te pasa Juanito?
  • Nada- disimulaba el niño como podía mientras pensaba , «como haya perdido los cromos y los encuentre mamá me la voy a cargar».
  • Va, termina de desayunar que vamos a hacer los recados.

Después del desayuno fueron a la tienda de la señora María a por la prensa.

  • ¿Quieres un paquete de cromos Juanito?- le preguntó mamá. Y antes de que pudiera contestar se oyó la voz de la señora María detrás del mostrador:
  • ¿Qué paquete ni qué paquete? Si ayer ya se llevó dos.

«¡Vaya qué vergüenza!», pensó Juanito, que aguantó sin echarse a llorar hasta que salieron de la tienda y después no pudo más. Su madre a pesar de la mentira no le hizo reproches, le limpió las lágrimas, y le dijo:

  • Que te sirva de lección, no me gusta que digas mentiras o inventes cosas. Las mentiras nunca tienen buenos resultados, más tarde o más temprano se descubre la verdad. Espero que no se te ocurra volver a hacer algo así.

¿Creéis que lo volvería a hacer?

Lo seguro es que Juanito aprendió bien el dicho: “Para decir mentiras y comer pescado, hay que tener mucho cuidado”.

fábula de juanito


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