Debemos la invención de la penicilina a Sir Alexander Fleming, un biólogo escocés que definió nuevos horizontes para los antibióticos modernos con sus descubrimiento de la enzima lisozima en el año 1921 y la sustancia antibiótica llamada penicilina en el año 1928. El descubrimiento de la penicilina fue muy importante, porque perfeccionó el tratamiento de infecciones bacterianas tan graves como la sífilis, la gangrena o la tuberculosis. Pero Fleming también contribuyó inmensamente a las ciencias médicas con sus escritos sobre los temas de bacteriología, inmunología y quimioterapia.

 

¿Quién fue Alexander Fleming? Vida y obra del inventor

 

Alexander Fleming nació en Loudon, Escocia, el 6 de agosto de 1881, en una familia humilde de agricultores. A pesar de sus orígenes, Fleming pudo estudiar y, una vez llegada su juventud, continuó sus estudios en el Politécnico de Regent Street después de que su familia se mudase a Londres en el año 1895. Fleming se unió a la Escuela de Medicina de St. Mary y se convirtió así en asistente de investigación del reconocido Sir Almroth Wright, después de graduarse con honores en 1906. Más tarde completaría su título con el reconocimiento de una medalla de oro en el año 1908 en la Universidad de Londres, ciudad en la que se quedó trabajando y dando  conferencias hasta 1914.

Pero Fleming también haría otras cosas, como servir como capitán durante la Primera Guerra Mundial o trabajar en hospitales de campo de batalla en Francia. Después de la guerra Fleming regresó a St. Mary en 1918 y fue elegido Profesor de Bacteriología en 1928.

 

El descubrimiento de los antibióticos

 

Su investigación y estudio durante su carrera militar inspiraron a Fleming a descubrir enzimas antisépticas naturales en 1921, a las que llamó “lisozimas”. Esta sustancia existía en tejidos y secreciones como el moco, las lágrimas o la clara de huevo, pero no tuvo mucho efecto real sobre las bacterias fuertemente dañinas. Seis años después, y como resultado de una casualidad, se topó con el descubrimiento de la penicilina, reconociendo él mismo que había sido un descubrimiento tan fantástico como casual. Fue en el año 1928 cuando observó mientras experimentaba con el virus de la gripe que un hongo común, llamado “Penicillium notatum”, había destruido las bacterias en una placa de cultivo de estafilococos. Tras una investigación posterior descubrió que el jugo de moho había desarrollado una zona libre de bacterias que inhibía el crecimiento de estafilococos. Esta sustancia activa recién descubierta fue efectiva incluso tras diluirse 800 veces, y fue bautizada como penicilina.

Por su importantísimo descubrimiento, Fleming fue nombrado caballero en 1944 y recibió el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1945, como consecuencia de los  logros extraordinarios que había hecho y que habían revolucionado las ciencias médicas.

 

¿Cómo funcionan los antibióticos?

 

Si quieres saber un poquito más sobre los antibióticos, echa un vistazo a la siguiente información:

  • Un antibiótico “bactericida” mata a la bacteria, generalmente, al interferir con la formación de la llamada pared celular de la bacteria o en su contenido celular.
  • La penicilina o la “daptomicina” son algunos ejemplos de antibióticos que matan a las bacterias.
  • Un antibiótico “bacteriostático” impide que las bacterias se multipliquen al interferir con la producción de proteínas bacterianas, la replicación del ADN u otros aspectos del denominado metabolismo celular bacteriano.
  • Algunos antibióticos “bacteriostáticos” son las tetraciclinas o las sulfonamidas.

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