Hoy damos por sentadas cosas como el tiempo en el que estamos o el día del año, pero para nuestros antepasados ​​fue mucho más difícil llevar esa cuenta. Al menos hasta que se inventaron los relojes mecánicos en el siglo XIII, aunque hasta entonces había otras formas de predecir la hora, como las siguientes:

  • El reloj de sol: El primer método para poder conocer la hora del día fue el reloj de sol. No se sabe cuándo se inventó este tipo de reloj, pero sí se sabe que se usaba en el antiguo Egipto y en el antiguo Iraq, incluso se mencionan en el Antiguo Testamento. Otras civilizaciones antiguas como los griegos y los romanos también usaron relojes de sol y, con el tiempo, estos relojes cada vez se volvieron más precisos siendo una forma habitual y efectiva de decir la hora nada menos que hasta principios del siglo XIX.
  • El reloj de agua: Alrededor del 1400 a. C. los egipcios inventaron el llamado reloj de agua. Este reloj consistía en dos contenedores de agua, uno de los cuales era más alto que el otro. El agua fluía a lo largo de un tubo desde el recipiente superior al inferior a una velocidad constante. Los anillos estaban marcados en el interior del recipiente inferior, y cuando el nivel del agua alcanzaba uno, significaba que había pasado otra hora.
  • El reloj de vela: La cultura sajona usó también el conocido como reloj de vela. El mecanismo consistía en dividir una vela en segmentos, y se supone que tardaba en quemarse cada segmento aproximadamente una hora.

 

Los relojes mecánicos

 

El reloj mecánico, más conocido por nosotros, fue inventado en la Edad Media. Quién hizo el primero y cuándo son datos que se desconocen, pero sabemos que debió ocurrir a finales del siglo XIII. También sabemos otros datos, como que en el año 1309 se registró ya un reloj en una iglesia de Italia o que el reloj en funcionamiento más antiguo del mundo está en la Catedral de Salisbury y data del 1386.

Los primeros relojes normalmente se encontraban en las iglesias y eran muy pesados, ​​porque funcionaban con pesas. Sin embargo, alrededor de 1450, se inventó el resorte en espiral que hizo posible la creación de relojes portátiles. Los primeros relojes de este tipo se hicieron en el año 1510, una época en la que prácticamente solo la gente adinerada podía permitirse tener relojes en sus hogares por su elevado precio.

Los primeros relojes mecánicos no eran muy precisos, pero en el año 1657 Christiaan Huygens (un físico y astrónomo neerlandés) introdujo el péndulo, gracias a lo cual los relojes se hicieron mucho más precisos, configurándose aún, sin embargo, con relojes de sol.

A fines del siglo XVII se hicieron relojes con cajas largas y en 1775 llegó el reloj de cuco. Tras esto llegaría también el cronómetro, inventado en 1776, el reloj eléctrico inventado en 1840, el reloj de cristal de cuarzo en 1929 y el reloj atómico en 1955. Los relojes de bolsillo modernos evolucionaron a finales del siglo XVII, aunque ya habían existido diferentes mecanismos de relojes de sol de bolsillo anteriormente.

 

La llegada del reloj de bolsillo

 

La invención del reloj de bolsillo se atribuye con mayor frecuencia al alemán Peter Henlein, a comienzos del siglo XVI, pero esto es algo que aún hoy se discute, ya que se cree que a comienzos del 1400 ya se habían creado resortes para el reloj de bolsillo.

En cualquier caso, lo que está claro es que Peter Henlein creó un reloj con un resorte bien equilibrado que le permitía mantener el tiempo exacto de cuatro a cuarenta horas sin estropearse. El reloj no tenía manecillas, pero sonaba cada hora. A pesar de ser grande e incómodo hasta el punto de tener que usarlo alrededor del cuello, en lugar de guardarlo en un bolsillo, el reloj de Henlein finalmente condujo a versiones más pequeñas como el reloj de pulsera y los relojes de bolsillo modernos, con lo cual fue el punto de partida del concepto de reloj que más conocemos actualmente.

el invento del reloj


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