El primer diseño de submarino fue redactado por William Borne en el año 1578, pero nunca pasó de la etapa de dibujo. El diseño de submarino de Borne se basaba en tanques de lastre que podían llenarse para sumergirse y evacuarse a la superficie, principios que  son utilizados también por los submarinos de hoy.

Pero el primer submarino verdaderamente práctico del mundo fue construido en el año 1620 por el ingeniero holandés Cornelis Jacobszoon Drebbel, bajo el patrocinio de Jaime I de Inglaterra. Drebbel construyó tres submarinos, de acuerdo con la información incompleta del  momento, cada uno más grande que el último, y el tercero capaz de transportar hasta 16 personas de las cuales 12 eran remeros.

 

El submarino de Cornelis J. Drebbel

 

No quedan ilustraciones creíbles ni descripciones precisas del submarino de Drebbel, pero parece que el último de los tres prototipos construidos fue probablemente un bote de remos cubierto y muy modificado, que se vio de forma regular en el río Támesis haciendo pruebas.

Los remeros portaban un remo cada uno y sobresalían por el costado del bote a través de sellos de cuero impermeabilizados. El aire era suministrado por tubos con forma de respirador, que se mantenían sobre la superficie del agua mediante dispositivos de flotación, lo que permitía que el submarino permaneciera bajo el agua durante largos períodos de tiempo.

Algunos informes sugieren que Drebbel tenía un medio químico para generar aire fresco (oxígeno a partir de nitrato de potasio calentado) en el submarino y, aunque esto parece muy inverosímil para la época, la inventiva y el conocimiento de las reacciones químicas de Drebbel sugieren que verdaderamente pudo tener dicho conocimiento y lograr una hazaña tan notable. Y es que, aunque Drebbel era una especie de “inventor” de la corte, su principal empleo estaba más relacionado con su experiencia con los productos químicos y su conocimiento de los fuegos artificiales.

A pesar de que Drebbel parecía contar con el favor del rey Jaime I de Inglaterra, lo cierto es que su invento no interesó a la Armada Británica, a pesar de haber pasado un período de desarrollo y pruebas de 15 años, por lo que el submarino de Drebbel nunca llegó más allá. Irónicamente, trescientos años después, el submarino se convertiría en el más temido de todos los buques de guerra.

 

Otros inventos de Drebbel

 

Drebbel, y a pesar de su falta de educación universitaria, más tarde también fue conocido por inventar el primer termostato de trabajo y el primer microscopio con dos lentes. En el año 1609 le dieron habitaciones en el palacio de Eltham para exhibir sus inventos, entre los que se incluía un reloj astronómico que funcionaba con cambios de presión atmosférica o una máquina de enfriamiento. Sin embargo, y a pesar de su extraordinaria vida y valía, Drebbel nunca fue capaz de alcanzar la fama y la fortuna que sus patentes posteriores (un termómetro, un reloj de movimiento perpetuo, una chimenea, una máquina para pulir lentes…) sugieren que mereció.

Drebbel murió en el año 1634 y, como curiosidad, hoy un cráter lunar lleva su nombre.

Otros submarinos llegarían después del suyo, como el submarino Turtle creado por David Bushnell en 1776, o el Nautilus construido por Robert Fulton en 1798.

el invento del submarino


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