Cuento: Mamá, no apagues la luz | Bosque de Fantasías

Cuento: Mamá, no apagues la luz

Cuento: Mamá, no apagues la luz

Una nueva colaboración de nuestra amiga Pilar Holguín González, muchas gracias.


MAMÁ, NO APAGUES LA LUZ


  • Pero Jael, tú ya eres muy mayor para dormir con la lámpara encendida.
  • ¡No! María tiene nueve años y me ha dicho que su mamá le deja dormir con la luz encendida.

Ana, la madre de Jael, ya no recuerda que cuando ella era pequeña también tenía miedo de la oscuridad, y tampoco recuerda cuándo dejó de temerla. Aunque ahora que lo piensa, ella inventó una amiga invisible: era un hada que se llamaba Luz.

Por la mañana, cuando los pequeños entran al colegio, Ana y la mamá de María hablaron del tema que tanto les preocupaba a casi todos.

  • No consigo que Jael duerma sin luz.
  • Marcos también duerme con una lamparita encendida.
  • Y Sonia- Dice su papá.
  • Creo que ya no recordáis vuestros miedos infantiles- Comenta la mamá de María- pues el miedo a la oscuridad no tiene que ver con la edad. Yo no puedo dormir sin un poquito de luz. Además, estoy convencida de que cuanta más imaginación tiene un niño, mayor es su miedo.

Todos los papás y mamás que habían estado en la conversación se marcharon pensando en cuáles habían sido sus miedos en la oscuridad. Esa noche, Ana se sentó en el borde de la cama de su hija y le preguntó:

  • Jael, ¿qué te da miedo de la oscuridad?
  • Pues mamá, que no hay luz, que no veo nada y no sé qué hay dentro de la oscuridad…Puede haber cualquier cosa.
  • ¿Sabes Jael? Cuando era una niña como tú hablaba con un hada luminosa, Luz. Ya no me acordaba y me has hecho volver a pensar en ella.
  • ¿Qué te decía, mami?
  • Pues que no le tuviese miedo a la oscuridad porque ella se quedaría cuidando de mí toda la noche hasta que viniese a relevarla el sol con sus primeros rayos. Y yo dormía tranquila porque nunca me falló.
  • Pues mamá, yo quiero conocer al hada luminosa. Así no tendré miedo nunca más.
  • Me dijo que vivía dentro de las lámparas que se dejan encendidas en las habitaciones de los niños. Se llama Luz y, ¿sabes? tienes razón, nunca se es tan mayor como para no temerle a alguna cosa. Yo ahora estoy esperando a tu hermanito y también tengo mis miedos. Son preocupaciones que me inquietan como a ti la oscuridad. Dejaré tu lamparita encendida y ya nuestra amiga el hada Luz se encargará de apagarla cuando entre la luz del sol. ¡Hasta mañana mi vida! Y gracias Jael, por recordarme que yo también fui una niña con miedo a la oscuridad.

¡Amigos lectores! Vosotros como adultos, ¿lo habéis superado? Pues demos tiempo a nuestros pequeños. ¡Hasta siempre!

hada-luz


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3 Comentarios

  1. Pilar Holguín

    Gracias Carmela, eres una lectora que siempre dejas un comentario muy acertado, gracias.

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  2. CARMELA

    Gracias Pilar, tu siempre tan inspirada. Y es que tu cuento me recordó aquella situación en que trajeron ante Jesús una mujer, diciendo que era adúltera. Lo bueno fue cuando Jesús dijo a todos: “Aquel que esté libre del mismo pecado arroje la primera piedra” (aunque sabemos que la traducción nunca fue tan fiel). Gracias, preciosa. NO TEMERÉ.

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    • Pilar Holguín

      Gracias Carmela, siempre dejas tras los cuentos comentarios muy acertados, gracias.

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