Cuento infantil: Robin aprende a volar | Homenaje a Robin Dee

Cuento homenaje : Robin aprende a volar

Cuento homenaje : Robin aprende a volar


Nueva colaboración de Pilar Holguín que nos trae un bonito homenaje a las personas que, como Robin Dee (Concursante de “Got Talent” – España), han derribado las barreras que les ha deparado el destino y han puesto el corazón en todo lo que han conseguido. Nuestra preciosa Robin no puede ver, pero llega a todos con su prodigiosa voz.

“Espero que este pequeño regalo te guste, gracias por ser tan perseverante”.


ROBIN APRENDE A VOLAR | Cuento de homenaje


En primavera, el bosque de las fantasías se llena de alegría y las flores lucen sus maravillosos colores.

También el sonido de los días es diferente. Las mamás salen con sus crías de paseo por las mañanas y todo son risas y juegos. Pero, un momento… ¡hace más de una semana que no vemos a la familia del ruiseñor!

Mamá jirafa (que tiene el cuello más largo que el resto de los animales), asoma la cabeza en el nido y…

  • ¡Oh! ¿Por qué está triste, Señora Rui?
  • Porque mi pequeña Robin no puede ver. ¿Cómo aprenderá a volar?
  • Lo hablaré con el resto de animales y, entre todos, buscaremos una solución.

Aquella mañana, el sonido del bosque parecía diferente.

En un montículo, la Señora Jirafa les cuenta todos los problemas de Robin a los demás, cuando de pronto:

  • ¡Pipipipipi….Pipiipiiipii!

¡Qué sonido tan maravilloso viene del nido de la familia del ruiseñor!

  • Sí- dice la mamá leona.- La pequeña Robin no podrá ver, pero ha nacido con el trino más maravilloso del bosque.
  • ¿Por qué no puede ver?- pregunta el pequeño conejito orejotas.
  • Porque ha nacido ciega.
  • ¡Pues yo tengo una idea! – dice la serpiente cascabel.

Y le pidió a todas las de su especie que se quitasen los cascabeles y diesen uno a cada animal. Así podrían guiar a Robin por tierra, por agua y por aire con su sonido. Todos los animales se pusieron muy contentos con la idea y, al día siguiente, decidieron hacer una prueba.

Mamá ruiseñor se tapó los ojos con las alas y, la pobre Robin, oía tantos cascabeles que no sabía por dónde tenía que ir y… ¡plas! Contra un árbol. Pero una y otra vez insistía, porque es muy tenaz.

Los animales volvieron a reunirse. La idea era muy buena pero sobraban cascabeles.

De pronto, la conejita Eva dando saltos gritó:

  • ¡Ya lo tengo! ¡Ya lo tengo!

Todos los animales dirigieron la mirada a la pequeña.

  • Yo guiaré a Robin por tierra; la patita Marta por el agua, y la pequeña halcón Elena, por aire. Así sólo se escucharán tres cascabeles y los acompañaremos con nuestro sonido.

Todos aprobaron entusiasmados: « ¡La idea es genial!».

El día de la gran prueba estaba todo en silencio.

  • ¡Hiiiiiii, hiiiiii, hiiiii!- escuchó Robin.

Y supo por dónde tenía que seguir a Elena.

  • ¡Cua, cua cua!
  • ¡Esa es Marta! ¡Por ahí está el lago!- exclamó Robin.

De pronto, Robin se sentía segura y feliz, tanto, que empezó a cantar con su prodigiosa voz y en todo el bosque se levantaban las cabezas al cielo para escuchar tan bello trino.

  • ¡Pum, pum, pum!

Aquella era la señal de Eva. Golpeando el suelo con sus patas le indicaba el lugar dónde estaba el árbol con su nido.

Robin hizo un vuelo corto de prueba, pero fue todo un éxito. De esta forma, y día tras día, fue perfeccionando su vuelo y su trino se oyó en todos los rincones del bosque.

Eva, Marta y Elena, muy contentas de ayudar a su amiga, gritaban: ¡TODOS CON ROBIIIIN!

homenaje a robin dee


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