Cuento de Halloween: Nico, el fantasma aburrido
Había una vez una casa abandonada posada sobre lo más alto de una colina, al final de un largo y viejo camino, muy cercano a un vecindario muy habitado por niños y familias. Durante el día, la casa parecía tranquila, pero por las noches, si te acercabas lo suficiente, podías escuchar leves susurros y el crujir de las maderas, por eso nadie solía acercarse. ¡Parecía claramente embrujada! Y algo había de cierto en ello, pero en aquella casa abandonada no había brujas, sino un pequeño fantasma llamado Nico que vivía solo y que se aburría muchísimo.
Aunque Nico no era un fantasma como los de los cuentos de terror que asustan a la gente, no. Él no quería asustar a nadie en realidad, puesto que lo único que deseaba era jugar con los niños vivos y poder divertirse un poco. Sin embargo, siempre que intentaba acercarse a ellos, los niños salían corriendo y gritando de miedo: “¡Un fantasma, un fantasma!”. Así que, con el tiempo, Nico decidió que lo mejor era no salir nunca de su casa abandonada y se quedaba allí dentro, solito y mirando desde la ventana cómo los niños jugaban en la calle.
—Si tan solo pudiera jugar con ellos sin que me tuvieran miedo… —suspiraba Nico cada noche.
Entonces un día, cuando el otoño ya había llegado y las hojas crujían bajo los pies, Nico notó algo diferente. Observó a través de su ventana y vio a todos los niños del pueblo saliendo a la calle, ¡pero no estaban vestidos como siempre! Algunos llevaban trajes de brujas, otros de vampiros y monstruos…, ¡y otros iban vestidos de fantasmas como él!
—¿Qué está pasando? —se preguntó Nico, intrigado.
De repente, una idea cruzó su mente:
—¡Tal vez hoy no me reconozcan! Si todos están disfrazados de monstruos, pensarán que soy uno de ellos —se dijo a si mismo.
Así, el pequeño fantasma se armó de valor y, por primera vez en mucho tiempo, salió flotando de su casa abandonada y se deslizó suavemente por las calles, pasando junto a grupos de niños que corrían de casa en casa. Para su sorpresa, no solo nadie gritó ni salió corriendo al verle, sino que, en su lugar, parecían saludarle y sonreírle:
—¡Qué buen disfraz de fantasma! —dijo eufórico uno de los niños.
—¡Es súper real! —exclamó otro.
Nico no podía creerlo. Por primera vez estaba entre los niños y no les causaba miedo, y aquello le hizo muy feliz. Después de un rato, Nico se acercó a un niño que llevaba un disfraz de Drácula y que parecía muy divertido:
—Hola —dijo Nico, tratando de parecer casual—, ¿por qué todos estáis disfrazados de monstruos esta noche?
Entonces el niño disfrazado de Drácula le miró con una sonrisa:
—Pues porque es Halloween —respondió—. Es una tradición que tenemos. Nos disfrazamos de cosas espeluznantes y salimos a pedir dulces. ¡Lo hacemos todos los años!
—¿Todos los años? —preguntó Nico, sorprendido.
—¡Sí! —respondió el niño Drácula—. Es una noche en la que todos podemos ser lo que queramos, y nadie se asusta porque todos sabemos que solo es un juego. ¡Qué bromista eres!
Nico sintió una enorme alegría dentro de sí. Si Halloween era una tradición que sucedía cada año, ¡eso significaba que podría salir y divertirse con los niños siempre! Y lo mejor de todo, ¡nadie sabría que era un fantasma real! Sonriendo ampliamente, aquella noche Nico se hizo amigo del niño Drácula y juntos corrieron por las calles, recogiendo dulces y riendo toda la noche.
Pero cuando se hizo tarde y todo llegó a su término, Nico tuvo que regresar a su casa abandonada, triste y solo una vez más. Eso sí, regresó con un corazón lleno por completo de felicidad y sabiendo que cada año podría salir a jugar con sus nuevos amigos sin que nadie le tuviera miedo.
Desde entonces, cada Halloween, Nico espera con ansias la noche en la que puede salir de su casa, correr por las calles y disfrutar de la diversión con los demás niños. Y aunque nadie sabe que Nico es un fantasma de verdad, no importa, pues para él lo más importante es no volver a estar solo siempre, aunque solo sea durante el fascinante y mágico día de Halloween. ¿Sabrás reconocerle tú?
️Este cuento de Nico el fantasma aburrido.
️Es entretenido un poco.
Me gusta los cuentos de Halloween y de otros pero este es el que más me gustó.