Cuento de Navidad: El amigo de nieve | Bosque de Fantasías

El amigo de nieve

El amigo de nieve

Cuentos navideños: El amigo de nieve

 

Había una vez un niño llamado Jorgito que vivía lejos del país donde había nacido. Su nueva casa estaba en un lugar donde siempre nevaba en Navidad, pero, aunque la nieve era preciosa, Jorgito se sentía solo, sobre todo porque era tímido y aun extrañaba a sus amigos de antes. Así, cada día se aburría mirando la nieve desde la ventana, sin nadie con quien salir a jugar.

Un día, mientras los copos caían sin parar, Jorgito tuvo una idea: ¡construiré un muñeco de nieve! Con emoción, el pequeño salió al jardín y se puso manos a la obra. Primero hizo una gran bola de nieve para el cuerpo y, luego, otra un poco más pequeña para la cabeza. Encontró dos botones viejos que le puso como ojos, una zanahoria para la nariz y, por casualidad, un sombrero que había escondido en el desván para protegerle del frío.

 

el amigo de nieve cuento de navidad

 

De este modo, y después de trabajar con mucho cuidado, Jorgito miró a su muñeco y, suspirando, le dijo en voz baja:

—Ojalá pudieras cobrar vida… así tendría un amigo para jugar.

Jorgito no lo sabía, pero a veces los deseos más sinceros pueden hacerse realidad, y por ello, de repente, el muñeco de nieve parpadeó, movió la cabeza y sonrió a Jorgito.

—¡Gracias a ti estoy vivo! —dijo el muñeco muy alegre—. Mi nombre es Ricardo, ¡y me encantaría ser tu amigo!

Jorgito no podía creer lo que veían sus ojos, y saltando de alegría supo desde ese instante que Ricardo y él se volverían inseparables.

Y fue así como pasaron el invierno juntos, viviendo y disfrutando de un montón de aventuras: construyeron fortalezas de nieve, se lanzaron bolas y recorrieron cada rincón del vecindario cubierto de blanco, como si fuera un lugar mágico. Ricardo le contaba historias sobre la nieve y los secretos del invierno y Jorgito se sentía más feliz que nunca. Sin embargo, con la llegada de la primavera, la nieve empezó a derretirse y Ricardo también. Jorgito intentaba mantenerlo fresco en la sombra y le traía trozos de hielo, pero nada podía evitar lo inevitable, así que una noche templada Ricardo le dijo a su pequeño amigo:

—Amigo, me queda poco tiempo. Creo que pronto voy a despedirme.

Desesperado, Jorgito recordó una historia sobre un mago que vivía cerca de un estanque en el bosque. Sin pensarlo dos veces, se dirigió allí, se arrodilló junto al agua y pidió con todas sus fuerzas que el mago apareciera para ayudar a su amigo. Para su sorpresa el mago apareció de repente,  contándole Jorgito rápidamente la situación. Tras ello, el mago, con una mirada llena de cariño y comprensión, le dijo:

—No puedo cambiar el curso de las estaciones, pequeño. Pero si realmente deseas que tu amigo siga contigo, recuerda que a veces los deseos más grandes encuentran la forma de cumplirse.

Con el corazón encogido, Jorgito volvió a casa y pasó su última noche con Ricardo, y al amanecer Ricardo ya no estaba, pues tan solo quedaba un charquito de agua bajo su elegante sombrero. Jamás se había sentido tan triste Jorgito, aunque no podía evitar sonreír recordando los buenos momentos, lo que le hizo comprender que su amistad había sido totalmente única.

 

cuento navidad el amigo de nieve

 

Ese mismo día Jorgito empezó en una nueva escuela, y al poco rato un niño se le acercó sonriendo:

—Hola, me llamo Ricardo —dijo, como si fuera lo más normal del mundo—. ¿Te conozco de algún sitio? ¡Siento que hemos sido amigos desde siempre!

Y, aunque Jorgito se quedó muy sorprendido al principio, en el fondo nunca dudó de que aquel Ricardo era en realidad su amigo de nieve pues, como dijo el mago, los deseos sinceros pueden hacerse realidad de formas increíbles.


Más contenidos


Publicidad

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *