CUENTOS INFANTILES PARA DORMIR: El ruiseñor y la princesa

El ruiseñor y la princesa

El ruiseñor y la princesa

El ruiseñor y la princesa

 

Hace muchísimos años, en un país lejano, vivía una princesa que había sido hechizada por una malvada bruja.

Su padre, el rey, era gobernante de un reino rico y próspero, y como era muy rico, no le importaba ser grosero con sus súbditos. Así sucedió un día, mientras su esposa estaba embarazada de la princesa, cuando una antigua anciana se cruzó en su camino. Y como el rey llevaba prisa, la empujó hacia un lado haciendo que se cayera.

Por esta mala acción, la anciana, que era una bruja, lanzó un hechizo al rey que no caería en él, sino en el hijo que tuviera:

 

Mi embrujo el rey no ha de sentir,

será su hijo quien lo vaya a sufrir,

y cuando cumpla diez años no podrá dormir.

Solo el ruiseñor le puede salvar,

aunque si el hijo es como el papá,

del hechizo nunca se salvará.

 

El rey pensó que aquello solo podían ser patrañas y no prestó mayor atención. Sin embargo, cuando nació la princesa y no lloró como hacen normalmente los bebés, el rey supo que el hechizo de la bruja había sido real y que eso era muy mal augurio.

Mucho tiempo pasó hasta que la princesa cumplió diez años y no pudo volver a dormir. Pasaron uno, dos, tres, cuatro días, y la salud de la princesa empezó a desmejorar. Y el rey, recordando las palabras de la bruja, hizo que sus súbditos buscasen al único ruiseñor del reino. Fue una joven cocinera quien lo encontró en el bosque, y así lo llevaron donde se encontraba la princesa. Apenas esta lo escuchó cantar, se quedó dormida.

Durmió un día entero y luego, cuando despertó, volvió a sentirse bien. Pero su padre, que seguía siendo muy vanidoso, le quiso regalar a su hija como celebración de su mejoría una caja musical con un ruiseñor de juguete en ella. Y como a la princesa le pareció que era la mejor música que hubiera escuchado nunca, dejó que el ruiseñor se escapara por la ventana.

Tal y como había predicho la bruja, el hechizo volvió y de una forma mucho peor. La princesa de nuevo no podía dormir y sus fuerzas se desvanecían, pero mucho más rápido que la primera vez.

 

cuento princesa ruiseñor

 

Entonces, sabiendo que solo tenía una oportunidad, con sus últimas fuerzas se dirigió al bosque y de rodillas pidió perdón al ruiseñor.

— Lamento haberte cambiado por una caja de juguete, solo tu canto podrá ayudarme a dormir de nuevo…

Ese día la princesa estaba a punto de desfallecer de cansancio, hasta que escuchó la hermosa canción que salía del pico del ruiseñor. Y así se quedó dormida en el bosque y pudo descansar de nuevo.

Cuando se sintió mejor, la princesa y su papá se disculparon con todo su reino por haber sido tan desagradecidos, obteniendo el perdón de su gente y de la bruja.

Y desde entonces, aunque la princesa puede dormir con normalidad, siempre la visita el ruiseñor por las noches para cantarle una hermosa melodía y no se olvide nunca de relajarse antes de dormir.

 

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