Dinosaurio: ARCHAEOPTERYX

Dinosaurio: ARCHAEOPTERYX

El Archaeopteryx es uno de esos especímenes que generaron controversia en su tiempo, en torno a si fue en realidad un dinosaurio o un ave prehistórica, y es que el escaso número de restos fósiles no permitía despejar estas dudas. De hecho, los restos del Archaeopteryx eran tan insuficientes que, para que nos hagamos una idea, lo primero encontrado en el año 1860 fue tan solo una pluma, acontecimiento descrito mucho tiempo después por Christian Herman. Pero aquellos y los siguientes descubrimientos, muchos de ellos sucedidos en Alemania, fueron aportando datos más concretos sobre esta especie, como que tenía una larga cola parecida a la de un lagarto, o que tenía alas y estaba recubierto de plumas. También tenía un cerebro de un tamaño muy grande para el tamaño de su cabeza, en el que al parecer un 1/3 de su capacidad pudo estar relacionado en exclusiva con su visión.

En general, se estima que esta especie pudo ser muy inteligente y con unos sentidos muy potentes, capaces de aportarle cosas como el equilibro o la velocidad. El Archaeopteryx era aproximadamente del tamaño de un ave moderna de tamaño medio, y tuvo unas alas muy anchas y redondeadas en cada extremo. Esta sería la razón por la que muchos paleontólogos consideraron en un principio a esta especie como un ave y no como un dinosaurio, pero el Archaeopteryx tenía también muchas características de reptil que lo alejaban de las aves tradicionales. La información de la que disponemos sobre sus alas nos hace pensar que pudiese volar, pues su estructura ósea parecía diseñada de forma inequívoca para el vuelo, sin embargo, su ausencia de hueso en el esternón puede indicar que su capacidad de vuelo no fuera muy grande.


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