Este dinosaurio formaba parte de los llamados “Plesiosaurios”, y fue una especie de gran tamaño que mostraba a la perfección hasta dónde habían llegado a crecer los dinosaurios desde el Triásico. Sin embargo, y al igual que ocurría con la mayoría de especies del Triásico, el Elasmosaurus no era en realidad un dinosaurio, pues procedía de unos reptiles marinos de la primera etapa. ¿Puedes imaginarte a un animal que fuese mitad tortuga y mitad serpiente? Pues el Elasmosaurus pudo ser algo muy parecido.
De él sabemos que tenía aletas, que era un animal carnívoro, que tenía un cuello súper largo (se cree que es el segundo animal de la historia de la Tierra con un cuello de tan largas dimensiones), que tenía nada más y nada menos que 71 vértebras o que en la zona estadounidense de Kansas es donde se han encontrado la mayor parte de sus restos fósiles. ¡Pudo llegar a sobrepasar los 14 metros! ¡No es increíble? Y su principal descubridor fue Edward Drinker, que en 1868 consiguió juntar el esqueleto completo de esta especie.