Cuentas o abalorios que cambian de color

Cuentas o abalorios que cambian de color

Hoy en día son cada vez más habituales una serie de cuentecitas de colores de plástico reactivo, muy habituales para hacer manualidades o distintos tipos de abalorios. Pero estas cuentas o perlas UV (ultra violeta) son muy buenas también para hacer experimentos divertidos y no solo artesanías, gracias a que tienen la particularidad, precisamente, de cambiar de color. Al exponerse a la luz ultravioleta (existente en mayor o menor medida en nuestro planeta haga sol o llueva), estas pequeñas cuentas cambian su color de diferentes formas, incluso pudiendo brillar en la oscuridad.

Estas cuentas, por lo tanto, nos sirven para experimentar con los efectos de los rayos ultravioleta sin necesidad de exponernos nosotros más de la cuenta bajo el sol y quedar como cangrejos. Una forma muy efectiva también para concienciarnos sobre los potentes efectos que sobreexponernos al sol puede tener sobre nuestro organismo.

  

Materiales que necesitaremos

Las cuentas UV están disponibles en cada vez más tipos de superficies, por lo que no será un problema encontrarlas: tiendas de manualidades, centros comerciales, superficies online como Amazon…

  • Las perlas o cuentas solares UV que necesitaremos son las que cambian de color. Son un tipo de cuentas de plástico con agujeritos, por lo que suelen ser muy socorridas también para hacer collares y pulseras. También son un producto bastante económico.
  • También necesitaremos bolsas con cierre hermético, rotuladores permanentes, botes de protector solar, gafas de sol, luz fluorescente y luz negra.

 abalorios UV

 

Pasos para llevarlo a cabo

Las cuentas UV tienen una sustancia química incrustada en el plástico que cambia de color cuando se expone a la radiación UV (luz solar). Las cuentas permanecerán blancas en su interior, siempre y cuando se mantengan alejadas de las ventanas o puertas donde la luz UV puede filtrarse.

Son varias las cosas interesantes y divertidas que con este tipo de cuentas, gracias a la acción que la luz produce en ellas, podemos probar:

  • Prueba de pantalla solar

Como sabrás, los protectores solares que llevamos siempre a lugares como la playa o la piscina son pantallas que impiden (con mayor o menor eficacia) que los rayos solares atraviesen nuestra piel. Pero, ¿hasta qué punto funcionan? Hazte con varios botes de crema solar con distintos factores de protección: factor 8, factor 15, factor, 30, 50…Después, haz distintos grupos de cuentas UV e introdúcelas en bolsas con cierre hermético. A continuación unta el interior de cada bolsa con una crema solar distinta y anótalo en el exterior de la misma.

El objetivo de este experimento es saber qué loción de crema solar con protección realmente funciona mejor para evitar los dañinos rayos del sol. Dado que las cuentas UV que cambian de color son muy sensibles a los cambios de la energía UV, puedes usar las cuentas para determinar el potencial de bloqueo de cada protector solar. Usa un marcador permanente para escribir el número de factor de protección de la crema solar que estés probando. Asegúrate de tener también bolsas con cuentas sin ningún tipo de protección solar para poder establecer las comparaciones oportunas al terminar. Por último, pon las bolsas con las cuentas bajo una luz solar directa durante al menos 5 minutos y analiza cualquier posible cambio de color.

Ten presente que las cuentas siempre cambiarán de color, independientemente de lo bueno o no que sea el protector solar que bloquee los rayos UV, porque son muy sensibles. La clave es clasificar el color de las cuentas en una escala de 1-5, donde 5 muestre la mayor cantidad de color o “quemado” y 1 muestre la menor cantidad de color. La bolsa sin protector solar será siempre un “5” de forma automática. También puedes probar la diferencia entre un protector solar nuevo y uno antiguo del verano pasado o de hace dos veranos. Los fabricantes de protectores solares siempre nos dicen que se deseche el protector solar viejo porque no bloquea con la misma eficacia la luz UV dañina. ¡Con tu experimento podrás saber si es completamente cierto!

  • Foco fluorescente

Coloca un puñado de cuentas UV cerca de una luz fluorescente. ¿Alguna de las cuentas cambia de color? ¿Se puede uno quemar o broncearse al sentarse junto a una luz fluorescente?

  • Luz negra

La “luz negra” (luz ultravioleta de onda larga) también se puede usar para cambiar el color de las cuentas. Puedes comprar una luz negra en muchas tiendas especializadas o ferreterías, donde tienen una gran cantidad de bombillas. Ten en cuenta que a veces esas luces de alta intensidad (vapor de mercurio), que pueden encontrarse en lugares tan variopintos como  un gimnasio, no emiten la suficiente luz ultravioleta como para que las cuentas cambien demasiado de color. 

  • Día nublado

Prueba también si las cuentas cambian de color en un día nublado. Si cambian de color, entonces puedes ver por qué los médicos advierten a las personas de que usen protector solar incluso en un día nublado o en una excursión a la montaña en pleno invierno. Observa si también cambian de color las cuentas (o cómo) cuando se exponen a la luz solar en diferentes momentos del día. Según tus datos recopilados, ¿a qué hora del día emite el sol su luz UV más intensa?

  • Gafas de sol

Prueba la capacidad de tus gafas de sol para bloquear la luz ultravioleta cubriendo algunas cuentas con la lente de dichas gafas. Si las cuentas no cambian de color, tus gafas de sol bloquean de forma muy eficaz la luz ultravioleta dañina en tus ojos. ¡Una excelente noticia! Si no…, evita volver a ponértelas.

 

¿Qué ha ocurrido?

Las cuentas UV contienen diferentes pigmentos que cambian de color cuando se exponen a la luz ultravioleta de cualquier fuente, incluido el sol. Las cuentas son todas blancas en luz visible. En luz UV, dependiendo del pigmento agregado a cada cuenta, verás diferentes colores. Cada cuenta cambiará de color muchas veces antes de que el pigmento ya no responda a la luz UV.

El término luz a menudo se usa como una palabra genérica para describir muchas formas diferentes de luz, como luz incandescente, luz fluorescente o luz solar, por ejemplo. Sin embargo, no toda la luz está compuesta de la misma energía, y algunas incluso son invisibles, como la llamada luz ultravioleta. Ninguna de la energía procedente de la “zona” ultravioleta del espectro de luz es visible a simple vista. Y es que, así como hay muchos colores diferentes de longitudes de onda en el espectro visible (rojo, amarillo, verde, azul…), también hay muchas longitudes de onda de luz ultravioleta.

Esa onda de luz UV pasa fácilmente a través del plástico y del vidrio, y por eso estas particulares cuentas de plástico son excelentes para hacer numerosos experimentos relacionados con la luz y la energía. Son la herramienta perfecta para comprender cómo la radiación solar puede ser dañina y para reconocer las medidas preventivas que se pueden tomar para reducir los riesgos asociados a la exposición solar.


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