Las arañas de Navidad

Las arañas de Navidad

Leyenda alemana: Las arañas de Navidad

 

Nuestra historia comienza en un pequeño pueblo oculto en las montañas de Alemania. Cuenta la leyenda que, cuándo se acercaba la Navidad, todos los habitantes del pueblo se dedicaban a limpiar y a decorar sus casas, pues así es como recibían las fiestas y el año nuevo, con las mejores energías. Ponían velas para iluminar las casas, distintos adornos, e incluso ponían un árbol de Navidad junto a la chimenea, ese mismo árbol que hoy conocemos todos.

Pues en una de esas casas vivía también una familia de arañas que, al igual que los humanos, iban de un lado a otro limpiando y decorando su espacio, aunque debían hacerlo de manera sigilosa, pues debían permanecer bien escondidas para no ser vistas.

Solo en la víspera de Navidad, cuando todos se iban a dormir, las arañas podían salir de sus escondites y ver algo increíblemente hermoso. Se trataba del árbol de Navidad que había puesto la familia, el cual tenía una belleza que no habían visto jamás. Tenía bolas de todos los colores, como también flores hechas con papel, y una iluminación muy tierna y cálida. ¡Qué árbol tan bonito era aquel! ¡Nunca habían visto anda parecido!

 

Leyenda alemana Las arañas de Navidad

 

De este modo, maravilladas por lo hermoso que se veía todo, las arañas de dirigieron hacia el árbol y en él empezaron a jugar, haciendo un montón de telarañas alrededor.  Así, mientras las arañas jugaban, llegó el mismísimo Santa Claus, que se encontró con una escena que tampoco había visto nunca. Aquel árbol estaba decorado de una forma muy extraña, con un montón de arañas divirtiéndose sobre las ramas del árbol, como si nadie las viera.

Santa Claus quedó impresionado y estuvo un buen rato junto a las arañas, viendo cómo se divertían y jugaban mientras adornaban el árbol a su bella manera, y así hasta que llegó la hora de irse, pues aún tenía muchos regalos que dejar. Sin embargo, y aunque no quería robar aquella felicidad a las arañas, en el fondo Santa Claus sabía que no podía dejar a las arañas así, pues cuando despertara la familia, no estaría contenta al ver que su árbol se encontraba lleno de bichitos y telarañas.

Entonces, antes de irse, preguntó a las arañas si de verdad querían quedarse a vivir ahí para siempre, y la respuesta de las arañas fue afirmativa. Tras esto Santa Claus sopló sobre el árbol, y su aliento mágico y helado convirtió a las arañas en bonitos adornos navideños, de esos que se suelen colocar en los árboles incluso hoy en día.

 

Las arañas de Navidad leyenda alemana

 

Cuando la familia despertó se encontró el árbol de Navidad mucho más hermoso que en la víspera, lleno de distintos adornos que habían formado las arañas, y lleno regalos que había dejado Santa Claus. A partir de aquella Navidad la familia nunca dejó de decorar su árbol, y todos los años lo hacían con más y más esmero, a pesar de que durante la mañana del 25 de diciembre siempre aparecían nuevos adornos mágicos, como un regalo más de su querido Santa Claus.

Cuenta la leyenda que este fue el origen de los adornos que ponemos en el árbol durante las fiestas y que, cuando no estamos mirando, los adornos vuelven a convertirse en arañas que juegan hasta que Santa Claus, con su aliento frío y mágico, las transforma de nuevo en adornos tan bonitos que nada nos hacen sospechar…

 

 


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