El dios Saturno : Características, historia y mitología para niños

El dios Saturno

El dios Saturno

En la antigua Roma, Saturno era el dios de las cosechas y de la agricultura. Su equivalente para los griegos era el titán Cronos, y tiene una historia muy interesante, la cual vale la pena conocer.

 

Saturno y sus hijos

 

Nuestra historia comienza con un matrimonio, ¿de quién? Pues de Caelus (Cielo) y Terra (Tierra), que eran respectivamente los dioses del cielo y de la tierra. Caelus y Terra tuvieron dos hijos: el primero fue Titán y el segundo hijo fue Saturno.

Como Titán era el mayor le correspondía reinar sobre el Cielo y la Tierra, pero prefirió que el rey fuera Saturno, aunque con una condición: que no podría tener hijos varones.

Saturno estaba muy enamorado de Ops, la diosa de la fertilidad, con quien se casó. Y tuvieron tres hijos, que fueron Júpiter, Neptuno y Plutón. Sin embargo, como Ops conocía las condiciones necesarias para que Saturno siguiera reinando sobre el Cielo y la Tierra, entonces escondió a los tres pequeños. Temía que Saturno o Titán terminaran haciendo daño a sus hijos si lo descubrían, pues conocía muy bien el pacto sobre el cual descansaba el gobierno de su esposo y se había roto.

Pasaron los años y Saturno nunca se enteró de que tenía tres hijos, mientras ellos crecían en secreto desarrollando los poderes que más tarde usarían.

 

Titán descubre a Ops

 

Entonces sucedió que Titán descubrió lo que Ops había hecho, y creyéndose traicionado, apresó a Ops e inició una guerra contra su hermano Saturno, logrando ganarle con mucha facilidad. Y es que los hijos de Titán, llamados Titanes, conformaban un gran y temible ejército al que no era sencillo enfrentarse. Pero cuando Júpiter, Neptuno y Plutón crecieron y se hicieron hombres, entonces se enfrentaron a su tío Titán y lograron ganarle, expulsándolo fuera del cielo y de la Tierra y devolviéndole el reinado a su padre Saturno.

Sin embargo, en vez de estar contento, Saturno estaba preocupado porque el Destino le había predicho que su hijo le quitaría el reino del Cielo y de la Tierra. Entonces, para que no pudiera quitárselo, Saturno se enfrentó a Júpiter, pero tuvo la mala suerte de que Júpiter (junto a Neptuno y Plutón) logró vencerlo, repartiéndose tras ello los dominios de su padre: Júpiter gobernaría sobre el Cielo y la Tierra; Neptuno gobernaría sobre los mares, que mantenían la tierra a flote; y Plutón gobernaría sobre el inframundo.

Y así quedó dispuesto y así fue durante la época de los romanos.

 

los titanes

 

 

Saturno se vuelve mortal

 

La profecía del Destino se había cumplido, porque por más que intentes escapar de las profecías, estas siempre se cumplirán (o al menos eso creían en la época). Y Saturno, vencido por sus hijos y despojado de su corona, se convirtió en un mortal y se fue a vivir a la zona del Lacio, donde luego se fundaría Roma.

Allí se puso a las órdenes de los hombres para enseñarles todo lo que sabía y hacer que así pudieran fundar grandes ciudades. Por eso les dio leyes y les enseñó a cultivar la tierra, convirtiéndose en el dios de las cosechas y de la agricultura.

Se decía que era un hombre viejo de larga barba blanca, y se le identificaba con los siguientes símbolos que casi siempre llevaba consigo: una hoz, que era un cuchillo típico con el que trabajaban los campesinos por aquel entonces, y un reloj de arena que representaba el tiempo y su paso demoledor.

 

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