Hoy en día no tenemos ninguna certeza de quién inventó la brújula, puesto que no hay registros que lo confirmen, y, aunque se suele atribuir a la civilización china, lo cierto es que griegos, árabes, vikingos o finlandeses, también han afirmado haber sido los primeros en usar una brújula. Y esto solo se explica porque es posible, incluso, que diferentes personas en diferentes partes del mundo llegaran a inventarla de manera  independiente.

La brújula, en navegación o topografía, es el dispositivo principal existente para encontrar direcciones en la superficie de la Tierra. Las brújulas pueden operar con principios magnéticos o giroscópicos, o incluso determinando la dirección del sol o una estrella, aunque el tipo de brújula más antiguo y que nos resulta más familiar es la brújula magnética, que se utiliza de diferentes formas en aviones, barcos, vehículos terrestres, topografía…etc.

En algún momento del siglo XII, marineros de China y/o Europa descubrieron que un trozo de piedra imán, un mineral magnético natural, cuando flotaba en un palo en el agua tendía a alinearse para apuntar en la dirección de la estrella polar. Presumiblemente, este primer descubrimiento fue seguido rápidamente por un segundo, que mostraba cómo una aguja de hierro o acero tocada por una piedra imán durante el tiempo suficiente, también tendía a alinearse en dirección norte-sur. Esto quiere decir que, desde el conocimiento de qué camino es el norte, se puede encontrar cualquier otra dirección.

La razón por la cual las brújulas magnéticas funcionan como lo hacen es que la Tierra misma actúa como un enorme imán de barra con un campo norte-sur que hace que los imanes que se mueven libremente tomen la misma orientación. La dirección del campo magnético de la Tierra no es paralela al eje norte-sur del globo, pero está lo suficientemente cerca como para que una brújula no corregida sea una guía razonablemente buena. La inexactitud, conocida como variación o declinación, varía en magnitud de un punto a otro sobre la Tierra.

Desde la mayoría de los puntos de la superficie de la Tierra, el Polo Norte geográfico y magnético difiere ligeramente entre sí. Esto quiere decir que, al usar una brújula para determinar el norte geográfico verdadero, una persona debe considerar su posición en relación con los dos puntos.

 

La importancia histórica de la brújula

 

La brújula cambió la historia de la humanidad sin ninguna duda, ya que con ella los viajeros podían recorrer el mundo y explorar lugares desconocidos hasta entonces para sus culturas. Antes de la invención de la brújula no había forma de determinar la ubicación real en el océano abierto, lo que hacía que buena parte del mundo se considerase zona vacía o negra en los mapas del pasado.

Podía recorrerse el océano bordeando los límites de la tierra, sí, y de hecho se hacía, pero era una forma extremadamente lenta y limitante de viajar y el comercio era cada vez más importante. Cuanto más lejos pudieras transportar mercancías, más valían, y por ello los marineros siempre procuraban buscar nuevas zonas de conectarse.

Esto quiere decir que antes del siglo XII el comercio y la comunicación eran algo lento y errático, y por eso la brújula cambió por completo la red de comercio y la comunicación entre unos lugares y otros de forma tan rápida y extrema. La brújula proporcionó al fin esa orientación que los viajeros necesitaban y una nueva forma de ubicarse en el mundo, lo que redujo los tiempos de viaje y abrió nuevas rutas de comercio que antes no eran navegables.

La primera brújula conocida estaba hecha con magnetita, un mineral de hierro negro con propiedades magnéticas que ya se conocían en la antigüedad. De hecho, algunos relatos de marineros ya hablaban de cómo si navegaban demasiado cerca de una montaña magnética todos los clavos de hierro se saldrían del barco y las tablas se romperían.

La importancia de la brújula magnética no desapareció, y fue teniendo mejoras técnicas a lo largo de los siglos. Muchas de ellas serían realizadas por ingleses, ya que, debido a su gran imperio naval, sus intereses por tener unos buenos dispositivos de navegación fueron muy altos.

el invento de la brujula


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