Hace mucho, mucho tiempo, cuando nuestros primeros antepasados caminaban por la Tierra, el fuego no era algo tan cotidiano para ellos como sí lo es para nosotros hoy. De hecho, durante muchísimo tiempo, vivieron y se alimentaron sin él, lo que suponía, entre otras cosas, tener que calentarse con pieles o con lo que podían, o comer alimentos crudos para subsistir o fácilmente digeribles, como las frutas o algunos vegetales.
Una vez que los humanos descubrieron y aprendieron a controlar el fuego, pudieron utilizarlo para diversos propósitos, como cocinar alimentos, calentarse, ahuyentar a los depredadores o mejorar sus condiciones de vida en general. Por eso el uso del fuego marcó un hito tan importante para la evolución humana, pero, ¿quién lo inventó? ¿Podemos atribuir su descubrimiento a alguien?
¿Descubrió o inventó alguien el fuego?
La respuesta a esta pregunta es NO, pues lo que ocurrió fue que nuestros antepasados lo fueron descubriendo poco a poco, aprendiendo después a usarlo para muchas cosas útiles. ¡Qué increíble debió ser para ellos!
Debes tener en cuenta que, aunque el uso del fuego por parte de los humanos para comer o para calentarse, esto no implica que no lo hubiesen visto antes o tenido diversas experiencias previas con él, como por ejemplo en incendios naturales. Sin embargo, cuando hablamos de que se “descubrió el fuego”, nos referimos al momento en el que aquellos humanos primigenios lograron un control consciente y deliberado del mismo, provocando un cambio drástico desde entonces en torno a su relación con el fuego que cambiaría para siempre el destino de la humanidad.
Aunque este control del fuego es de difícil datación, tiende a situarse en las primeras etapas del Paleolítico, en torno a hace un millón de años, cuando poblaba la tierra el llamado “Homo Erectus”. Aquellos primeros humanos probablemente fueron observando los incendios naturales y aprendiendo a crear focos independientes de fuego vivo con brasas ardientes de los mismos, y a cuidarlo y mantenerlo encendido después con ramas secas y hojas. ¡Comenzaban a comprender que el fuego era también algo útil y valioso!
Cómo se originó el uso controlado del fuego
El descubrimiento del uso controlado del fuego permitió a los humanos prehistóricos algo tan importante como expandir su dieta al poder cocinar los alimentos. La cocción no solo hacía que algunos alimentos fueran más seguros para comer al matar bacterias y parásitos, sino que también hacía que ciertos alimentos fueran más digeribles y nutritivos.
La introducción del fuego en el uso doméstico y cotidiano marcó un hito importante en la evolución humana y condujo a cambios significativos en la dieta y en la fisiología de nuestros antepasados, pero no sería hasta más tarde, probablemente ya con el Homo Sapiens, cuando comenzasen a producir ellos mismos el fuego sin tener que recurrir a rescoldos de fuego accidental por incendios o por la acción de las tormentas.
Poco a poco, con el paso del tiempo y mientras iban desarrollando sus herramientas y observando esos fuegos de tipo accidental, llegarían a la conclusión de que a través del frotamiento de materiales inflamables, como la madera seca o la fricción de dos piedras… ¡se podían generar chispas y hacer un fuego en cualquier momento y lugar! Es decir, que comenzaban a comprender los principios básicos de “la combustión”.
En definitiva, y aunque no podamos hablar de un descubrimiento como tal ni atribuírselo a nadie en concreto, la aparición del fuego fue una auténtica revolución capaz de cambiar el rumbo de la humanidad y la clave de su evolución, así como el hito más importante de toda la Prehistoria.