Leyenda de Escocia: El monstruo del lago Ness
Cuenta la leyenda que, hace muchísimos años, en la región de los lagos de Escocia, vivía un chico llamado Nessie, el cual estaba enamorado de una hermosa chica de su edad llamada Lesley. Lesley también tenía sentimientos por Nessie, y se los demostraba siempre que podía. No cabía duda de que los dos, cuando tuvieran edad, se casarían y serían felices juntos…y todos en aquella zona estaban felices por ambos. Todos menos una persona. Su nombre era Akir y, al igual que Nessie, estaba enamorado de la bella Lesley, pero la chica nunca le había prestado atención.
Así las cosas, Akir deseaba con todas sus fuerzas que algo malo le pasara a Nessie para que nunca pudiera casarse con su amada Lesley. Tantos celos sentía Akir por Nessie, que terminó por recurrir a una bruja que vivía en las montañas, de la cual se rumoreaba que podía hacer potentes hechizos de magia negra.
Con una buena paga de por medio, la bruja hizo finalmente lo que Akir pidió: alejar a Nessie para siempre de Lesley, y con un terrible hechizo le convirtió en un monstruo muy parecido a un dinosaurio. Pero poco sabía Akir de la magia negra, pues lo cierto es que no te da algo sin quitarte otra cosa a cambio, y a pesar de que logró su cometido, el malvado hechizo también cayó sobre él, condenándolo a una vida entera llena de infelicidad y sin poder tener jamás el amor de su adorada Lesley.
Cuando Nessie se dio cuenta de en lo que se había convertido, sintió vergüenza, y solo quiso alejarse del mundo para que nadie le viera nunca más. La mejor solución que encontró para ello fue esconderse en el fondo de un profundo lago, donde podría ocultarse dentro de sus oscuras aguas durante el día.
Durante las noches, Nessie salía a buscar comida, pero cuando alguien le veía se escondía de nuevo. Y así es como Nessie fue haciéndose popular y por lo que muchos viajeros comenzaron a visitar aquella región. Pero aquello no era motivo de alegría para Nessie, que cada vez se ocultaba más y más hasta apenas salir del agua.
Años más tarde, un sacerdote llamado San Columbo visitó las tierras de Escocia intentando convertir a los habitantes de aquel lugar al cristianismo. Al llegar a la zona del lago pudo presenciar cómo un monstruo atacaba la balsa de unos pescadores intentando quitarles lo que habían pescado. Viéndolo, se acercó y gritó: “¡Monstruo! ¡Deja a esos hombres en paz en el nombre de Dios!”
Tras escuchar aquellas palabras, Nessie se detuvo y pidió al sacerdote que le librara de la maldición en la que estaba inmerso por culpa de la malvada bruja.
El sacerdote se detuvo y, escuchando hablar al monstruo, empezó a rezar por él. Rezó y rezó mucho y, después de un buen rato, Nessie volvió a convertirse de nuevo en un muchacho. Pudo por fin Nessie salir del agua y poder vivir una vida normal, y cuando contó su historia a todos los que quisieron escucharla, se decidió bautizar a aquel lago como el “Loch Ness”, que significa Lago Ness en honor a Nessie por todo lo que había sufrido.
Y su historia, la historia de cómo los celos pueden llevar a una persona a hacer cosas terribles, es contada a los niños aun en nuestros días como una forma de enseñar al mundo entero que los celos pueden consumirnos y arruinar nuestra propia vida y la de los demás. Así que, si estás leyendo esto… ¡nunca lo olvides!