Leyenda para niños: El cuervo y la sed
Hace mucho tiempo, en la antigua Grecia, vivió un dios poderoso llamado Apolo, el dios del sol y de la luz. El resplandor de Apolo iluminaba todo el mundo pero, un día, el calor del sol se volvió tan insoportable que Apolo sintió una gran sed que nunca antes había experimentado. El dios del sol se encontraba agotado bajo su propio sudor, por lo que buscó desesperadamente agua para poder saciar su sed. Pero, para su sorpresa, comprobó que todos los ríos y arroyos estaban secos y que no había una sola gota de agua que recoger en ninguno de ellos.
Entonces Apolo, desesperado, hizo llamar a un cuervo que le hacía las funciones de sirviente para que fuera a buscar agua a algún lugar más lejano con la que poder calmar su terrible sed. El cuervo era conocido por ser un animal muy inteligente y astuto, y Apolo, agotado y con voz cansada, confió en él diciéndole que se apresurase y trajese abundante agua para él.
Cuenta la tradición que el dios Apolo era un dios muy impaciente al que le gustaba ser servido con rapidez y eficacia, por lo que no perdonaba a aquellos que vagueaban, se distraían con facilidad, o dudaban tan solo un minuto sobre sus obligaciones, y el cuervo estaba a punto de poner su paciencia a prueba.
- ¡No tardes! – Advirtió el dios Apolo al cuervo.
Y tras aquellas breves palabras, el cuervo, diligente y fiel mensajero, partió en busca de agua emprendiendo su misión con entusiasmo. Sin embargo, durante el camino encontró varios obstáculos que le fueron distrayendo, poniendo en serio peligro su recado. Primero, el cuervo vio unas hermosas flores que desprendían un perfume embriagador, por lo que no pudo evitar posarse en ellas para disfrutar de su fragancia, hasta que recordó la sed de Apolo y continuó su viaje.
Después vio unas preciosas nubes blancas y esponjosas en el cielo azul, por lo que el cuervo no pudo evitar mirar hacia arriba quedando maravillado por su belleza, y así hasta que recordó nuevamente la sed que sufría Apolo y decidió seguir volando. Pero entonces llegó a un extraño puente que cruzaba un río seco, y el cuervo se preguntó si debería seguir volando o explorarlo un poco mejor solo un ratito. Y justo cuando se disponía de nuevo a continuar, un arcoíris apareció sobre el puente, deslumbrando al cuervo con sus casi infinitos colores brillantes.
Finalmente, y tras volver a emprender el vuelo, el cuervo se encontró con una espiga dorada que se mecía con el viento. Y tan hermosa era, que por un momento el cuervo se olvidó otra vez de su propósito.
- ¡Qué espiga tan tentadora! ¡Esperaré a que madure para que sea aún más sabrosa!
De este modo, el cuervo se fue olvidando una y otra vez de su cometido y tardó mucho tiempo en volver y en cumplir la tarea que le había encomendado el impaciente Apolo.
Y así fue cómo, tras su acción, el cuervo fue condenado a padecer sed durante todos los veranos de su vida por no haber sido todo lo responsable que debía y haber desobedecido las órdenes del poderoso dios, que sin duda le había puesto a prueba.
La enzeñasa de esta layenda esque tienes que estar atento y no distraerte de lo que tienes que hacer
Me gustó corta y bien hecha
Que bien
Este cuento me gustó!
muy buena
Corta Como Me Gusta 😉
muy bonito me sirvio para contarlo en mi salon
EL INVENTOR O INVENTORA SON MUY BUENOS PENSANDO
Es inventor :]
EL DIOS APOLO ES MUY GUAPO
muy bueno
muy buena
muy Bonito
muy bonito
Uffff ya cumplimos knnesta leyenda la tarea ahora a sacar 10 jiji
es muy buena esta leyenda es fenomenal
son muy buenos sus leyendas
me sirvio pa una tarea
Me sirvió para contárselo ala clase.Es primero de bac