El héroe Teseo

Fue en una ocasión, levantando una roca, cuando Teseo, nieto del rey de Trecén, demostró por primera vez que era un héroe. ¡Y tenía solo dieciséis años en ese momento! Lo que demuestra que, desde muy joven, el héroe Teseo fue un ejemplo de coraje, valentía, ingenio y astucia. ¡Pero veámoslo todo desde el principio!

Teseo había sido criado por su abuelo y por su madre, la princesa Etra, hasta que un día la princesa llamó a Teseo a su lado para contarle un secreto. Entonces, Etra confesó a su hijo que su padre era un dios poderoso y que aquello le iba a plantear un difícil desafío. ¡Qué emocionante fue la noticia para el joven Teseo! Sobre todo porque siempre había tenido la sensación de que su padre debía ser alguien importante. Sin embargo, la princesa Etra no reveló a Teseo la identidad de su padre, pues debía enfrentarse al desafío primero. Pero, ¿cuál era?

Años atrás, el rey había levantado una piedra poderosa y debajo de ella había colocado algo para que su hijo lo encontrase, si llegado el momento, claro está, Teseo era capaz de levantar el peso. Así, tiempo después, Etra guió a Teseo hasta un claro del bosque en medio del cual había una gran roca y, acto seguido, y según el mito, Teseo procedió a levantar la piedra con facilidad, aunque no se sabe si por su fuerza o por su ingenio realmente.

El camino a la aventura

Debajo de la piedra Teseo encontró ciertas fichas dejadas por su padre, lo que permitió que Etra le revelara finalmente el nombre, que no era otro que el de Egeo, el rey de Atenas. Entonces, impulsado por un sentido de destino heroico, Teseo se dispuso a reunirse con su padre, pues jamás había tenido la oportunidad de conocerle, y decidió viajar a Atenas por tierra aunque su madre prefería para él una ruta más segura a través del mar. Tanto fue así, que la ruta terrestre demostró estar infestada por un número inusual de villanos y ladrones, confirmándose los peores temores de su madre.

Cuando por fin Teseo llegó a Atenas para encontrarse con su padre, el rey Egeo, el encuentro estuvo lejos de ser perfecto. Teseo no reveló su identidad al principio, pero fue aclamado como un héroe por los atenienses al haber conseguido librarse de los malhechores del camino. En honor a sus hazañas, fue invitado al palacio de Egeo para un banquete, y allí Teseo tuvo la oportunidad de conocer a la anfitriona y nueva esposa de su padre, Medea, la misma Medea que había ayudado a Jasón en la búsqueda del “Vellocino de Oro”.

Teseo y el vino envenenado

Una vez llegado, Medea observó a Teseo y advirtió su amenaza, pues su presencia ponía en riesgo el acceso de su propio hijo al trono de Atenas en el futuro. En consecuencia, Medea persuadió al rey para que sirviera vino envenenado a Teseo durante el banquete. Sin embargo, el plan no funcionó, pues Teseo decidió confirmar su identidad durante la cena y la sorpresa de Egeo hizo que la copa envenenada se derramara sin llegar siquiera a las manos de Teseo. Una vez descubierto todo el maléfico plan, Medea salió escapando en un carro tirado por dragones y Teseo quedó libre de su ira y represalias.

Algunos escritores de la época clásica consideraban que Teseo en realidad fue una figura histórica y no mitológica aunque, histórico o no, lo que sí está claro es que Teseo fue un héroe nacional de Atenas, famoso por su sentido de la justicia o por su habitual defensa de los oprimidos, que nos dejó aventuras fascinantes para siempre. ¿A que es genial?