Juno era la diosa romana de las mujeres, de la fertilidad y del matrimonio, y formó parte de los dioses del Olimpo en la mitología romana, siendo su equivalente en Grecia la diosa Hera. Cuando es ilustrada en las artes plásticas o en lienzos, se suele representar a Juno como a una dama montada en un carromato, el cual ponen a andar dos caballos.
Juno era una diosa muy atractiva y sus ojos llamaban poderosamente la atención. Su rostro, además, siempre mantenía una expresión de calma y paciencia, atributos que se consideraban necesarios para el matrimonio, de lo que Juno era diosa y protectora. Sobre su cabeza, esta diosa llevaba muchas veces una diadema, que era un símbolo que caracterizaba a las diosas romanas.
Orígenes de la diosa romana Juno
Juno era la hija del reconocido dios Saturno y de Ops, también llamada Cibeles. A su vez, Juno era hermana del dios Júpiter, con el que además se casaría y tendría tres hijos, a los cuales llamó Lucina, Vulcano y Marte.
Pero la diosa Juno tuvo más hermanos, entre los que se encontraron: Ceres, Neptuno y Plutón, solo por nombrar a algunos hermanos directos. Juno tenía mucha familia y estaba entregada totalmente a ella, aunque el dios Júpiter, debido a muchas de sus acciones (relacionadas sobre todo con el amor), acababa a menudo con su gran dote de la paciencia.
Vida y poderes de la diosa Juno
Muchas hipótesis dicen que en realidad la diosa Juno no era feliz con su vida de casada, y que ni siquiera el tener hijos le dio felicidad, ya que Júpiter no se portaba demasiado bien con ella. Esto hizo que Juno se convirtiera en una diosa muy celosa, haciendo que todo el amor que sentía por Júpiter se convirtiera con el tiempo en rabia.
Un día, debido a esa rabia, Juno convirtió a una chica llamada Latona, que había hablado y tenido trato con Júpiter, en una vaca; pero no fue ese el único de sus actos, ya que Juno podía llegar a lanzar rayos terribles, al igual que su marido, y ser una auténtica amenaza a la que sin duda merecía la pena respetar. ¡Tenerla como enemiga podía ser terrible!
Pero lo cierto es que, a pesar de que Juno trataba de vigilar a Júpiter constantemente, este muchas veces desaparecía, y en una de sus andanzas tuvo otros hijos, como fue el caso de Hércules, hijo de Júpiter y de una mujer llamada Alcmena. Esto hizo que el aspecto amable y tranquilo de Juno despareciera ya por completo, pasando así a odiar a Júpiter y buscando venganza contra él y contra Hércules y Alcmena. Para evitar esto, Júpiter terminaría encadenando a Juno con una cadena muy gruesa y larga, fabricada en oro macizo, además de atarla con la misma al cielo y la tierra.
Pero no todas fueron malas noticias para Juno, ya que ella logró escapar de este encierro gracias a su hijo Vulcano, que la ayudó a desenredar las cadenas. Eso sí, durante este episodio Juno tuvo un descuido en la huida y se cayó rompiéndose una pierna y, aunque era una faena, ¡al fin estaba libre!
Otras curiosidades sobre la diosa Juno
Sobre la vida de Juno existen una gran cantidad de curiosidades que te encantará saber, por lo que a continuación vamos a enumerarlas:
- Juno también era llamada “Regina” en algunas ocasiones.
- Tenía la responsabilidad de velar por las mujeres embarazadas, madres o mujeres romanas en general.
- En las obras de arte romanas Juno está representada bajo el símbolo de un pavo real, aunque también puede vérsela con una espada.
- Juno tenía ciertos títulos dentro de la mitología romana que la identificaban como Interduca (la que se encarga de llevar a la novia al altar), Domiduca (la que lleva a la novia a su nuevo hogar) y Regina (la reina).
