Cuentos de fantasía

La ciencia ficción: Un género muy apreciado por niños y adultos

Como ocurre con las aventuras, la fantasía es un género literario que puede solaparse muy fácilmente con otros, como con los cuentos de princesas o los cuentos de dragones. Y es quela fantasía es la base de casi cada cuento en realidad, pues todos están llenos de ellas gracias a la gran imaginación de sus autores. La fantasía presenta elementos mágicos que solo existen en ese mundo creado, pues no se basan en elementos reales, es decir, que la fantasía suele presentarnos universos paralelos o incluso criaturas inventadas, como los monstruos. A menudo, muchas historias de fantasía tienen su origen en la antigüedad, pues eran historias que podían contarse en la cultura de los diferentes pueblos, transmitiéndose de generación en generación para advertir o enseñar sobre algo de forma metafórica, como ocurre con muchas fábulas.

Todo esto nos brinda una de las mejores definiciones del género de la fantasía, que es la de que son historias completamente alejadas de la realidad, y un buen ejemplo puede ser Alicia en el País de las Maravillas. Los cuentos de fantasía pueden hablar de cosas reales, de los humanos, por ejemplo, pero el resto de la narración y el hilo general de la historia debe regirse por la magia y la completa ficción. En cuanto a sus orígenes, la fantasía de manera oficial (o género fantástico moderno) no comenzó hasta el siglo XIX y lo hizo de la mano de autores como William Morris o Tolkien ya en el siglo XX.

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Características y subgéneros de los cuentos de fantasías

Aunque ya hemos visto la definición general del género fantástico, vamos a ver a continuación algunas características más que deberían tener estas historias y cuentos fantásticos para poder ser considerados como tal:

  • Puede tener como fondo la lucha del bien contra el mal, el hombre contra la naturaleza o la razón contra la locura.
  • A menudo los personajes van en busca de algo que da poder o conocimiento, como ocurre en el caso de El señor de los anillos y el anillo en cuestión.
  • Los protagonistas (en singular o en plural) deben enfrentarse al grueso de la sociedad o a la incomprensión.
  • Son historias en las que se incluyen elementos arcaicos como el amor, los viajes o las tradiciones.

Por supuesto, muchos de estos temas también son comunes en otros géneros literarios, lo que se denomina “subgéneros”: fantasías y viajes épicos, como en el Hobbit; fantasías en el mundo real, como en Toy Story; héroes contra magos y brujas u otras fuerzas mágicas y malignas; monstruos que llegan hasta nuestro planeta; historias en las que los seres imaginarios son completamente reales, como en las historias de dragones, hadas o gnomos…y un largo etcétera.

Cómo escribir un cuento de fantasía

Aunque la mejor recomendación para aprender a escribir cuentos es leer mucho, existen otras pautas que se pueden trabajar y llevar a cabo para conseguirlo:

 

  • Comienza con historias muy breves en las que se puedan introducir elementos mágicos sencillos, como un monstruo que se ha perdido en nuestro mundo y que cree estar en el suyo.
  • Inspírate en historias famosas de fantasía que te gusten, como las de Tolkien o las de J.K. Rowling, autora de Harry Potter y crea entornos similares o personajes parecidos en tu cuento breve.
  • Cuando ya te sientas preparado/a, intenta ir más allá y crea un mundo nuevo para esos mismos personajes o para otros nuevos, con sus costumbres, sus trajes extraños… ¿Qué querrías que hicieran o dijeran tus personajes? ¡Imagina que les haces una entrevista para ver qué te dicen!
  • Elabora esquemas y lluvias de ideas para dar forma a todo el conjunto, así como al paisaje o el escenario en el que se desarrollará, el número de personajes que saldrán…
  • Infórmate sobre otras culturas para crear nuevas e interesantes ideas. Muchos escritores de fantasía hacen esto a la hora de ambientar sus propias historias, y por eso era y sigue siendo muy habitual que los escritores viajen antes de hacer un trabajo.
  • Crea tus propias reglas para tu mundo de fantasía: animales que hablan, hadas que no vuelan, caballos que ladran, galaxias en las que los planetas en realidad son balones de fútbol…recuerda que las posibilidades son infinitas.
  • Si quieres darle un toque todavía mejor a tu historia, invéntales un idioma nuevo como hizo Tolkien, o haz que los objetos tengan poderes mágicos concretos, como las baritas en Harry Potter.
  • Para finalizar tu historia, recuerda que lo habitual es que el bien triunfe sobre el mal, que ganen los héroes frente a los villanos o que el ser humano perdido en otro mundo termine volviendo a su casa y su realidad. Aunque no necesariamente una historia de fantasía tiene por qué tener un final feliz, sí que puede ser lo más recomendable cuando escribamos para los más pequeños.

Pocas historias permiten tanto al lector viajar hacia otros mundos posibles y llenos de vida y color como la fantasía, y es precisamente esa imposibilidad de realidad lo que hace que sean un escape aún más placentero y maravilloso. Y es que una de las mejores claves para dar con la historia de fantasía perfecta, es pensar que todo es absolutamente reala aunque suene disparatado escribiendo sin vergüenzas ni frenos porque la idea suene demasiado loca. “En un mundo de locos, tener sentido no tiene sentido”, como bien nos dijo el Sombrerero Loco en Alicia en el País de las Maravillas.

Y bueno, después de todo esto…¿Ya tienes tu idea para escribir un gran cuento de fantasía? ¡No dudes en compartirlo con nosotros, te esperamos!